15 de agosto de 2006

Sobre la novela

Esto lo escribí hace un par de meses. En principio, nadie debía leerlo, pue era un comentario para mi mismo, pero hoy lo leí y decidí publicarlo.

Ojalá te paresca interesante. Espero comentarios.

No necesito una buena idea para empezar a escribir, sólo necesito empezar a escribir para tener una buena idea. Desafortunadmanete, a veces tengo que escribir por más de una hora para que la buena idea llegue, y, también a veces, todo lo escrito antes de la buena idea es totalmente inútil y desechable, desafortunadamente, la buena idea se relaciona tan estrechamente con los escritos desechables que ella se vuelve desechable también.

Me agrada mi narrativa, posiblemente poque soy el autor, posiblmente porque escribo algo agradable para mi y porque es algo que me gustaría leer si se me diera la oportunidad. Afortunadamente, se me ha dado una oportunidad mejor: la de escribir lo que estoy escribiendo... y con eso me refiero a mi novelas jeje.

Angela está en un momento complicado de su historia, si bien todavía tengo muchas cosas que escribir sobre ella y sus alrededores psicológiso y sociales, la historia en sí está algo estancada. No he podido encontrar la forma correcta de seguirla, puesto que en lo último escrito por capítulos, ella está duermiendo, sin embargo la extensión del capítulo es breve, y lo que tengo a continuación, que cronológicamente en la historia se encuentra antes de lo que ya llevo narrado, me presenta una problema de continuidad que no puedeo dejar de lado; necesito encontrar una forma de hacer que Angela despierte o una forma de hacer que lo que escribí se relacione con lo que ya llevo y se note el cambio temporal, pero que no sea necesariamente un recuerdo, puesto que ella va a relatar el recuerdo del día en que fue a la editorial y posteriormente se encontró con Andrés.

Creo que recurrir mucho al teléfono se convertirá en algo incómodo, por lo que es posible que cambie todo lo último que escribí para hacer que Angela y Macarena se junten en algún lugar a conversar sobre lo sucedido, así puedo usar el recurso del telefono en otro momento. De todas formas, eso no arregla mi problema de continuidad. Yo quiero que el capítulo 4 sea lo que tengo escrito, me gusta como está y no lo cambiaré. Ya desde el comienzo (entre comillas) tenía planeado que el relato sobre el encuentro con Adres se detallara en el 5º capitulo de la novela, sólo para hacer que el lector tuviera que leer más y se enterara de otros recuerdos de la mano de la protagonista, antes de pasar al encuentro. Para mi, como narrador, es importante que el lector sepa que para Angela, Andrés es muy importante, pero del mismo modo, alguien que le presenta conflictos, aunque no tan notoriamente como lo anterior, de eso la llamada dubitativa ese día.

La idea de que lo sucedido con Andrés, tanto en el recuerdo lejano como el cercano, forme parte de la novela que ella escribe, es un recurso posiblemente de último minuto en el que pensé cuando incluí a Ulises entre la colección de quijotes que tiene en el estante. Me pareció un buen recurso para hacer que ella se viera inundada de recuerdos que no le permitieran trabajar, para, de ese modo, acentuar aún más la relación, que todavá no tiene categoría, entre ella y Andres, aunque se note claramanete (o así lo espero) que ella siente una fuerte atracción por él, y él, aparentemente, le correspondería. De todas formas, creo que he sido hábil ya que no he explicitado relación alguna entre ellos y, aparte del encuentro en la biblioteca y el del café (sin contar el de hace poco), no hay registros escritos (en la novela) ni de recuerdo en que ellos se vuelvan a ver, por lo que, idealmente, el lector tiene que preguntarse si es que pasó o no pasó algo entre ellos, como para compensar el hecho de que exista una fuerte atracción, al menos en el pasado, pero que en el presente sea algo lejano, dudoso o al menos poco claro.

Angela es mi personaje preferido del libro, por algo es la protagonista. Creo que la he construído con el tiempo, si bien su imagen aún no está impresa en ninguna parte, el lector tiene ciertas pistas que le delatan su feminidad, su delicadez y su belleza tanto física como psicológica, desde el punto de vista de un espejo, por un lado, y desde el punto de vista de una novelista best seller por otro. De todas formas, hay detalles de su vida que no he dejado claros por razones que ni yo mismo entendía en un principio: el hecho de que viva con su madre y que sea ella quien le lleva el desayuno a la cama todos los días, el hecho de que no se sepa nada del padre, el hecho de que no se sepa de dónde obtiene dinero para vivir, he pensado que las ventas de su novela le han permitido vivir todo éste tiempo, pero eso no justifica el hecho de que no tenga una profesión conocida. ¿Fue a la universidad?¿terminó su carrera?¿qué estudió?, son preguntas que posiblemente responderé más adelante, después de todo, la novela aún está comenzando.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Angela Andres???? D: colapso T_T

Anónimo dijo...

Angela Andres???? D: colapso T_T

Anónimo dijo...

PD:



Fran.

Fleur du mal dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Fleur du mal dijo...

"y Andres, aunque se note claramanete (o así lo espero) que ella siente una fuerte atracción por él, y él, aparentemente, le correspondería."

Mientras leia esto pensé: y si Andrés no le corresponde? y me asusté.

Fue interesante leer tus notas para ti, es como una prueba de estado.

salud!

Fernanda dijo...

Lo importante es que estás escribiendo y que además te auto-retroalimentas (Anita me golpearía por decir esto). Creo que la autocrítica es la parte más difícil de escribir, porque tiende a la polaridad: o es demasiada o es nula. Pero parece que en tu caso has sabido encontrar un equilibrio que te permita seguir escribiendo sin dejar de preguntarte sobre la suerte de tus personajes.
(Ahora siento algo de envidia; nunca he sido buena para escribir historias porque siempre termino encontrándolas inexorablemente horrendas).

¿Y qué tal te ha ido con tu tesis? Algo me dice que tu padecimiento es menor que el mío... al parecer, Anita te ama y a mí, no mucho. En todo caso, puedo apostar que ambos estamos sufriendo por la lentitud del trabajo y porque ella se toma bien en serio eso de dirigir nuestros trabajos.
Y sí, ¡lo lograremos!
Saludos.