22 de abril de 2007

Roma ni se conoce sin oro ni se conoce sin amor

Tengo otra pregunta, que puedes creer se relaciona con la anterior, y es probable que estés en lo correcto, pero no tengo planeado darte esa satisfacción, por lo que aunque la pregunta se relacione con la anterior, negaré que dicha relación existe... si es que llega a existir, despues de todo, siempre te he considerado, querida/o lectora/o como alguien con muchísima imaginación e ingenio.

¿Qué es peor: odiar aquello en lo que se trabaja o trabajar en algo que se odia?

Y antes de que me comentes la poca consistencia de la pregunta, te ruego la leas una vez más y le des al menos dos o tres vueltas en tu mente.

¿cómo...? ¿qué la pregunta sigue siendo incosistente?... pues que tienes razón, déjame reformularla...


¿Qué es peor: empezar a odiar un trabajo que amabas o empezar a amar un trabajo que odiabas?

Esta vez si te pediré encarecidamente que leas con calma la pregunta, porque tu respuesta, que puedes dejar para ti o comparitla, dirá mucho de tu forma de ver las cosas y la vida en general.

Pero la verdadera pregunta es ¿por qué planteo la pregunta?, pues porque me he visto en la problemática -y con esto te doy la razón al creer que la pregunta se relacionaba con la planteada en la entrada anterior... muy a mi pesar- de que estoy, desde cierto punto de vista, empezando a disfrutar de mi nuevo trabajo. Lo que me parece francamente injusto, porque se me ha arrebatado el inherente derecho de todo ser humano de odiar su trabajo. Linda cosa, ahora resulta que mis dos trabajos me gustan, uno más que el otro por su puesto.

Necesito otra semana para evaluar bien la situación.


Pasando a otro plano (en este momento quien escribe se pone de pie, abre un agujero interdimensional, lo traspasa, vuelve a sentarse y continúa escribiendo), el mi blog novela hay una nueva entrada. Es relativamente breve, pero era necesaria.

Te recomiendo que la leas, la entrada en si... y la "novela" para que no te quedes en el aire con lo escrito.

12 de abril de 2007

... de compromiso

No todos los días es martes. Eso debería estar claro para cualquiera... salvo para aquellos empeñados en dormir 6 días a la semena y que tienen la suerte de despertar dichos días (los martes), pero ellos son un caso aparte.

Del mismo modo, no todos los días te pasan cosas extraodrinarias, de otro modo, no recibirían esa denominación.

En el fondo, a lo que quiero llegar es al raspado del huevo revuelto que queda en la paila... y si eso no te gusta debes de ser marciano/a... o de esas personas que viven los martes... que en el fondo es lo mismo... en el fondo de la paila.

Pasando a otra cosa, quedamos adelante de "otra cosa", lo que nos deja en el espacio en blanco que se encuantra delante, ¿no es divertido?.


Yo tenía algo interesante que escribir, pero creo que ya lo escribí. Ahora, en caso de que no lo haya hecho, escribiré otra cosa, para que tengas una elección: Lo más probable es que no te haya contado, pero eso es un detalle, porque te enterarás ahora. Ya soy un profesor oficialmente (aunque me falta el diploma...) y tengo un lindo y agradable trabajo en un liceo: profesor jefe y de lenguaje. Eso por un lado.

Por otro lado, "tengo", y lo pongo entre comillas porque la veracidad del término y su correcta aplicación a la situación está en duda... "tengo" un trabajo como inspector general en otro colegio. Más horas, más sueldo... menos clases...

Y es que, y esto lo he escrito antes, nada en este mundo me hace más feliz que hacer clases, soy profesor de aula, necesito hacer clases, me lo pide el cuerpo y me lo pide el alma. Como inspector no hago clases, casi no entro a las salas... no uso delantal... yo no soy inspector... ese no soy yo.
El colegio es nuevo, todavía lo estan construyendo; mi cargo es nuevo, yo tengo que darle forma; no tengo oficina ni sala en la que "estar" o trabajar... y todavía no tengo trabajo: estoy "mirando", viendo funcionar el colegio, conociendo a los profesores, etc.

Obviamente que en estas cuantas palabras no vas a encontrar lo que siento, a pesar de que traté de que quedara claro. Lo más probable es que no me entiendas, que pienses: "estás puro webeando... mejor aprovecha la pega de inspector, te pagan bien y es una exelente oportunidad", tal vez pienses lo contrario... no lo sé, pero esta situación me ha hecho recordar una cosillas:

  • Si trabajas en lo que te gusta, no trabajarás un día de tu vida.
  • El hombre feliz no tenía camisa.
  • El dinero no hace la felicidad.

Y una pregunta: ¿es más cobarde el que escapa porque tiene miedo o el que no escapa porque teme escapar?

... es una pregunta, tampoco se trata de que se aplique 100% a mi "problema".













Hoy, en el centro, había un tipo con un telescopio... ofrecía ver Saturno a cambio de un aporte voluntario...


Fue genial ver Saturno...