2 de noviembre de 2014

Otros finales

Acabo de limpiar mi escritorio, para darle espacio a mi notebook, para escribir.
Es una verdadera lástima que el simple hecho de generar espacio físico, aúnque sabemos que eso es imposible, a lo más lo que podemos hacer es mover cosas de lugar para liberar espacio, pero no crearlo, no se suficiente como para liberar a la mente de sus propia trabas, que no son para nada físicas y que, por lo tanto, no son tan fáciles de mover.

Pero se supone, según los entendidos, que un escritorio es el fiel reflejo de la mente del dueño de dicho escritorio, en tanto que, como reflejo, no muestra directamente a la mente del dueño, sino una forma de entender aquella mente.

En toería, la gente que tiene sus escritorios, los físicos, usualmente hechos de madera, aunque los virtuales en la pantalla de un computador también cuentan, ordenados, es porque sus mentes son un caos que ellos mismos no entienden del todo, mientras que, en oposición, aquellos que caotizan sus espacios físicos o virtuales, lo hacen porque sus mentes son ordenadas, y/o metódicas.

¿Cómo tienes tu escritorio querida/o lector/a? ¿Es acaso la muestra tangible del caos de tu mente y tus deseos interiores? ¿O el simple reflejo de una parte de tu ser que no deseas que otros entiendan? Tal vez es tu escape, tu forma de mostrale al mundo que una cosa no necesaiemtne implica la otra, como las golondrinas y el verano, o como los aleteos de una mariposa en Tokio causando huracanes en la costa este de norteamérica. Le teoróa de caos es hermosa.

La primera vez que leí algo al respecto fue en la novela Jurassic Park de Michael Crichton, en la que el matemático Ian Malcom la usa para explicar porqué tener un parque de atracciones lleno de dinosaurios era una mala idea (como si no fuese obvio). De paso, te recomiendo mucho leer esta noevla, es buenísima. Mejor que las películas.
Al inicio de cada capítulo de la historia, se veía una de las iteraciones de la conocida Curva del Dragón (cuya imagen adorna esta entrada) y que servía para poner en forma de imagen, la complejidad del sistema, que había comezado de algo simple y predecible, y que se había convertido en algo practicamente indecifrable, como un escritorio, o la pieza de alguien.

En algún momento, en alguno de los cursos en lo que hago clases, traté de explicar lo que era el caos, alejando de las mentes de los estudiantes el concepto de "desorden" porque para llegar a eso hay que tener un orden primero, pero el orden es sólo algo que alguien dijo que era, ¿Has pensado alguna vez por qué los dígitos en una calculadora están ordenados de forma diferente a los dígitos en un celular? ¿O a quién se le ocurrió ordenar las teclas del teclado de la forma en la que están?¿O porqué?
El orden es lo que alguien quiere que sea, lo que es orden para mi no necesarimente lo es para ti y ahí, en ese lugar en el que nos peleamos con nuestros padres o hermanas/os es donce vive el caos, no es en un lado o en otro, sino en medio.

El caos no es desorden, el caos no es orden, el caso es... caos.

Si tuviese que, forzosamente, ponerlo en palabras simples, el caos es un orden, pero no uno dado por la naturaleza, no uno dado por alguien, sino un orden que ha sido, que será y que no se pude cambiar, porque no se entiende. Eso es el casos, un tipo de orden que tú no puedes entender. Por eso mi escritorio tiene sentido para mi, pero no para ti o vice versa.

Entonces, el caos vive entre mi escritorio y el tuyo, vive entre mi escritorio real y mi escritorio virtual, vive entre el supuesto orden que tego en ambos escritorio y el desastre que tengo en mi mente.

Y, a fin de cuentas, que en este caso son sólo sumas porque lo único que hice fue agragar palabras a esto, hice lo que me propuse hacer.

... aunque, quizás no.

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