La pregunta no es para ti,
por lo que no es necesario que la respondas. Sin embargo, si sucumbes al deseo irrefrenable
de responder una pregunta que fue planteada, porque gracias a nuestra
naturaleza, se nos hace tremendamente complicado evitar el responder preguntas
que han sido presentadas, porque, aunque no tengamos la respuesta, tenemos la
necesidad de completar el proceso de la pregunta-respuesta, te aconsejo que
pienses bien la respuesta antes de hacerla salir de tu mente.
Naturalmente, lo natural,
por naturaleza, sería responder, no de forma negativa, porque eso sería no
responder, sino responder con una negación, vale decir, negando la presuposición
de que la pregunta implican un conocimiento de parte de quién la realiza, o
afirmando la presuposición de que quien formula la pregunta, en efecto,
desconoce al receptor de ésta.
Pero me estoy alejando del
camino que había elegido para esta entrada, no para esta puerta. Curioso que se
le diga entrada a un texto presente en un blog. Se le puede considerar como
"la entrada" al blog, pero eso sería en realidad la dirección, o es
la dirección la llave, o es la dirección la dirección y la entrada es la
entrada y el blog representa una casa, mental, una habitación virtual en la que
viven los pensamientos del autor, a los cuales los lectores pueden
"entrar" por esta entrada.
La idea, una de las muchas
y no necesariamente aquella específica, era escribir sobre un texto anterior,
no algo que ya hayas leído en las líneas de arriba, aunque entiendo que puedas
entender eso, después de todo somos libres de aplicar nuestras experiencias de
vida a las interpretaciones de los textos que leemos y, en ningún caso, puedo
yo obligarte a interpretar mis textos de la misma forma en la que yo lo interpreto
mientras los escribo, que no mientras los leo porque son cosas diferentes.
Manzanas.
He solicitado apoyo de
varias persona, (probablemente tú perteneces a ese grupo) para que me asistan
con la interpretación de un texto del 2008, un texto escrito por mí. No, la
verdad es que ese texto no lo escribí yo, lo escribió quien yo era el 2008, que
no es la misma persona que soy ahora, ya que si lo fuera, no necesitaría ayuda
para entender lo que escribí.
Pero decidí, entre que me
puse a escribir y ahora (nótese la libertad hermosa que me entrega a mi ese
adverbio de tiempo, permitiéndome que maneje el tiempo a mi antojo porque ese
ahora siempre será cuando alguien como tú lea este texto), que no lo haría. Las
razones están de más, pero si te interesa saberlas, pues estás en libertad de
preguntar por ellas, así como yo estoy en libertad de no divulgarlas.
No he vuelto todavía, pero
supongo que algún día, si es que sigo con este ejercicio, volveré.
O, tal vez, no vuelva
nunca...
Y ahora que lo releo, me pregunto por qué no hice el juego de palabras con el té.
Y ahora que escribo esto, me pregunto porqué no lo hago ahora mismo, después de todo, los lectores no tienen idea del proceso que hay detrás de la escritura de este blog, aunque tal vez la intuyan, lo más probable es que se equivioquen.
Pero luego, o sea ahora, pienso en que ese pensamiento anterior es medio arribista.
Y termino pensando en que debí hacer el juego de palabras con té, pero no lo haré, porque ya lo hice.
Y ahora que lo releo, me pregunto por qué no hice el juego de palabras con el té.
Y ahora que escribo esto, me pregunto porqué no lo hago ahora mismo, después de todo, los lectores no tienen idea del proceso que hay detrás de la escritura de este blog, aunque tal vez la intuyan, lo más probable es que se equivioquen.
Pero luego, o sea ahora, pienso en que ese pensamiento anterior es medio arribista.
Y termino pensando en que debí hacer el juego de palabras con té, pero no lo haré, porque ya lo hice.
2 comentarios:
entonces, podríamos decir que yo lo conocí : )
Podríamos decir muchas cosas Edgar. Pero, ¿la pregunta te la hago yo o la hace el texto?
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