Quiero que quede claro que las cosas que leerás no están predefinidas ni post-definidas, sino simplemente se presentan tal cual son y como resultaron en el momento de ser concebidas por mi mente mientras tecleaba tan rápido como mis dedos me lo permitían, tratando de evitar al máximo los errores de ortografía y gramaticales, sin dejar de lado la puntuación.
Tengo ganas de escribir, de esas ganas de escribir que me permiten hilar ideas sin sentido y que, a veces, hasta me permiten hilar ideas con sentido logrando de esa forma construir textos que a veces tienen sentido por si mismos y que en otras ocaciones quedan perfectamente bien hilados y parecen la continuación de un texto anterior que no existe o que existe en mi subcoinsciente y que no he escrito todavía. ¿Y de donde viene todo eso?, pues de una conversación, si es que se le puede llamar así, que tuve hace poco minutos por msn, en la que me dí cuenta de que estaba escribiendo mucho y que en realidad no estaba diciendo nada, esto porque me limité a repetir palabras y sonidos construidos con letras al azar, logrando el maravilloso extrañamiento en el sujeto quien estaba sujeto a leerme puesto que tenía la ventana de conversación abierta y esto lo sé porque a cada una de mis intervenciones sin sentido aparecía una respuesta con sentido que me dió la sensación, la impresión y la seguridad de que estaba efectivamente logrando comunicarme, si es que eso es comunicación, con el otro ente al otro lado de internet, si es que internet tiene lado, porque en lo personal yo lo dudo, y no es que lo dude como quien duda sobre la existencia o no del Monstruo del Lago Ness, es solo que dudo que internet tenga lado porque, básicamenten internet no tiene una forma definida más que aquella dada por la palabra y su significado, pero sabemos que eso no es suficiente porque tenemos el concepto de red como un conjunto de computadores que están conectados entre sí, por lo que la idea de que alguien está al otro lado de internet podría ser algo simplemente como al otro lado de la linea(telefónica), en su momento, cuando las comunicaciones se hacían, en su gran en inmensa mayoría, telefónicamente, pero eso sigue creando el problema de la red porque, como todos sabemos, las conexiones telefónicas y de internet no son de un lugar específico a otro lugar específico, sino que pasan por condensadores y distribuidores y servidores y otros elementos, además de los cables y eso sin contar con el aire cuando disponemos de telefonía celular o de internet inalambríca, lo que crea otro singular problema con respecto al espacio físico que vendría a ser el otro lado, considerando que generalmente, cuando esta frase: el otro lado, es enunciada sin contexto, se asume casi inmediantamente que el hablante se refiere a la muerte o al plano que está más allá de la vida, quizás en otro espacio que se opone al plano en el que vivimos y por eso se le llama otro lado, haciendo uso de esa maravillosa herramienta del lenguaje llamada Eufemismo.
¿Has pensado alguna vez en lo maravilloso y dulcemente encantador, sin dejar de lado lo empalagosamente pegajoso, que sería el mundo si todos y cada uno de nosotros tuvieramos la oportunidad de hacer todo aquello que tenemos la necesidad de hacer así tan libremente como yo al escribir aquí cuando y como se me da la maldita y tremebunda gana?
¿No te parece que es impresionantemente interesante y altamente estudiable la existencia de cierta clase de preguntas, de esas que generalmente se enuncian empezando con una afirmación y/o una negación y que son acompañadas de una cantidad casi insufrible de información, además de que suelen ser en extremo largas de leer y de comprender, pero que tan solo exigen de parte del lector un esfuerzo mínimo de respuesta pues la úncia que dichas preguntas buscan es una simple y casi sin importancias a riesgo de parecer indiferencia afrmación o negación?
Si encuentras la relación entre el título y lo que escribí, te regalo una figura de origami a elección (qué esté dentro de mis posibilidades obviamente).
¿Has pensado alguna vez en lo maravilloso y dulcemente encantador, sin dejar de lado lo empalagosamente pegajoso, que sería el mundo si todos y cada uno de nosotros tuvieramos la oportunidad de hacer todo aquello que tenemos la necesidad de hacer así tan libremente como yo al escribir aquí cuando y como se me da la maldita y tremebunda gana?
¿No te parece que es impresionantemente interesante y altamente estudiable la existencia de cierta clase de preguntas, de esas que generalmente se enuncian empezando con una afirmación y/o una negación y que son acompañadas de una cantidad casi insufrible de información, además de que suelen ser en extremo largas de leer y de comprender, pero que tan solo exigen de parte del lector un esfuerzo mínimo de respuesta pues la úncia que dichas preguntas buscan es una simple y casi sin importancias a riesgo de parecer indiferencia afrmación o negación?
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